La terapia floral, los remedios florales
La utilización de las flores como remedios se remonta a la antigüedad, cuando el hombre tomaba simplemente de la naturaleza sus elementos para curarse.
Esta línea de pensamiento, filosofía y acción va desde Hipócrates, Paracelso, Hahnemann, Steiner hasta Edward Bach, que con su descubrimiento, reactualiza este método de sanación para el hombre moderno que ha perdido el contacto con lo natural y por lo tanto también con su esencia.
Estamos en el siglo XXI, asistiendo a dos realidades paralelas: el avance de la tecnología y a la búsqueda del ser para regresar a la naturaleza y su verdadera esencia.
¿Por qué seguir el camino que marcó Edward Bach?
- Para adoptar un método sencillo de curación, natural, eficaz y accesible para todos.
- Para comprender el desarrollo de la bioenergética y el nuevo concepto de que también poseemos una conciencia biológica heredada de la especie a través de la llamada memoria celular.
- Para descubrir el verdadero sentido de la vida, las razones de los dolores y padecimientos del hombre actual.
Biografía de Edward Bach
Fue un médico inglés, inmunólogo, bacteriólogo, patólogo, cirujano y homeópata, nacido en Gales, Inglaterra, en 1886 y fallecido en 1936.
El Dr. Bach poseía la habilitación y los conocimientos necesarios para cumplimentar los más exigentes requerimientos científicos, además de una enorme capacidad de observación e intuición.
Estuvo influido por el espíritu de su época, tanto por el pensamiento psicológico contemporáneo como por los principios de la energía del campo de la física moderna, sumado a su fuerte convicción espiritual.
La concepción del ser humano y del universo en Bach
Para comprender mejor el sentido de la obra del Dr. Bach es necesario partir de su concepción del ser humano y del universo.
Bach postulaba la existencia de una polaridad básica entre dos instancias: el alma y la personalidad.
El alma es lo permanente, lo inmortal, la energía esencial, lo trascendente; y la personalidad lo transitorio, lo mortal, lo accidental y lo inmanente.
La meta del alma es alcanzar la perfección, esto equivale en este contexto al proceso de individuación o autorealización.
El camino para tal fin consiste en el recorrido de un proceso de evolución que finalizaría con el alcance de la perfección...
Los siete grupos emocionales
El Dr. Bach, una vez que descubre todos sus remedios florales, los ordena en siete grupos emocionales.
Elige primero el grupo de los miedos, ya que hasta que no disminuyen como síntoma, obstruyen el camino a seguir.
El segundo grupo es para la incertidumbre ya que una vez que liberamos los miedos, aparece lo incierto, las dudas de cómo hacer las cosas, ello también nos va boicoteando.
El tercer grupo es el de la falta de interés en el presente. Nos muestra que si no avanzamos con los dos anteriores, utilizaremos conductas evitativas que nos llevan a postergar las decisiones y definiciones.
El cuarto grupo es el de la soledad. Nos muestra que por diferentes razones nos podemos aislar, justificando con distintos modos de distanciarnos y no comprometernos.
El quinto grupo es de los hipersensibles e influenciables. En estos estados no hacemos, no resolvemos, no tomamos las riendas de nuestra vida por diversas creencias y circunstancias del entorno.
El sexto grupo es el que se refiere a los estados crónicos y de mucho sufrimiento que nos dejan agobiados, exhaustos de dolor y problemas.
El séptimo grupo se refiere al encuentro con nuestros límites y a un estado de indefensión, pero si sabemos administrar el buen uso de la autoridad y el poder, estaríamos alcanzando un escalón más arriba del conocimiento y crecimiento de vida.
Esta vida es un día de colegio, como diría Bach. Y si nos lo proponemos iremos superando cada instancia, paso a paso, escalón por escalón, aprendiendo a ser versiones mejoradas de nosotros mismos.
GRUPOS DE REMEDIOS FLORALES
1.- Para los que sienten temor.
2.- Para los que sufren de incertidumbre.
3.- para la falta de interés en el presente.
4.- Para aquellos cuyo denominador común es la soledad.
5.- Para los que son hipersensibles a ideas e influencias.
6.- Para los que padecen de desaliento y desesperación.
7.- Para los que tienen excesiva preocupación por los demás.